Fundamentos de la Educación Religiosa Escolar

La Religión en la escuela

La escuela como institución abierta al universo de la cultura, no puede prescindir del hecho religioso como expresión de una experiencia que al tener relevancia cultural, tiene relevancia educativa. Sin embargo, los espacios de reflexión sobre el conocimiento religioso se limitan comúnmente a la familia y a las iglesias, y en menor medida, a la escuela; la Educación Religiosa aún se mueve en la ambigüedad entre ser un saber con una necesidad de reflexión en el ámbito escolar, o pertenecer al universo religioso que lo liga únicamente a lo privado. 

Se apela al reconocimiento de la Educación Religiosa dentro de los saberes fundamentales como parte de la formación integral de la persona, y ello en atención a los dinamismos de la sociedad, donde las contribuciones del área a los objetivos generales de la educación pueden darse en el campo de la ciudadanía y el desempeño de la vida social.


Religión y Política

Si bien lo religioso y lo político no existen sino desde sus manifestaciones particulares, cuando se plantean la Religión y la Política, se expresa una consideración más amplia que la pertenencia a una institución o movimiento en concreto. Esto supone un concepto de lo religioso y lo político como ámbitos en los cuales están imbuidas todas las acciones de la persona, con evidentes similitudes en su tratamiento en la actualidad: ambas se equiparan con una institucionalización que coarta y reduce sus posibilidades en una tergiversación de su origen antropológico y una reducción a las formas institucionales cayendo en ocasiones en un descrédito generalizado. 

Se asume entonces como elemento fundante de la relación entre Religión y Política, la experiencia antropológica, de la cual se derivan las distinciones particulares, sean las confesiones o los partidos políticos. 

 

 


Marco antropopedagógico

Los referentes contextuales de la educación pública, la recuperación antropológica entre lo religioso y lo político y la reflexión propositiva en torno a lo antropopedagógico, posibilitan la elaboración de criterios que permiten la vinculación de la formación política al espacio de Educación Religiosa a nivel distrital. De esta forma, se configura un marco flexible como espacio en el que las personas involucradas en el proceso de la Educación Religiosa Escolar pueden moverse con autonomía.

Se parte de un esquema que ubica los elementos emergentes en cuatro cuadrantes formados por dos ejes: uno referido a la educabilidad entre la necesidad y la posibilidad, y el otro referido a la Educación Religiosa entre su apreciación en sí misma y su vinculación con la formación política a partir de la categoría de lo político-religioso.